Mangos y cocos para todos.
Mangos y cocos para todos.
Libertad e igualdad.
El clima favorece el crecimiento de ciertas frutas , dos de ellas son el mango y el coco. En muchas ocasiones desprevenidamente caminando noté personas recogiendo o mejor -robando- frutas de los arboles frente a casas . Recolectores modernos, que se alimentan y se surten de placeres por muchos olvidados, como lo pueden ser las frutas tiernas y maduras , gratis y abundantes. Es cuestión de saber donde buscar , jardines bien regados , zonas donde la humedad sea constante, donde halla buen abono.
- La chismosa (Gritando): ! Carajo ¡le metieron un tiro por robarse unos cocos.
- La mujer del doctor (En voz baja): Nadie le dio permiso.
-La nieta de 22 años : Y acaso un coco merece un plomazo?
- El dueño de casa(Lejos de ahí) :Claro que sí , eran mis cocos.
-La mujer del dueño de casa : A la mierda, enciérrenlo!
-Reciclador (riendo con fuerza y mucho dolor) : ¿quién eres tú? La ley?
-Dueño de casa : No , no lo soy.
-Mujer del doctor : Y ni si lo fueras.
-Reciclador : Entonces , ya veremos que recibe cada cuál.
Ambulancia a 120 kilómetros,( por las calles apenas despejadas a tiempo) en su barriga un moribundo reciclador sangrante .
La ambulancia apareció de una explosión , una nube de humo o tal vez era niebla , puede que sea incluso falta de bifocales.
Dentro del vehículo blanco ,el reciclador movía los ojos y se lamentaba en gárgaras de sangre. El que le disparó se guardo en su casa , busco un trago y esperó. Dio la orden: que se le dejara sólo. Sus familiares salieron en los carros disponibles.
La casa quedó silenciosa, él en la habitación del fondo de la casa esperó, la policía pasó en ambos sentidos frente a la casa , pero era un barrio apático y nadie permaneció en la puerta de su casa, excepto la chismosa y su vecina, la señora del doctor, quienes se encargaron de decir quien era el gatillo y quien la diana, incluso dieron detalles del evento , donde y como se ubicó el gatillo, y como sangró y que dijo el herido .El tirador terminó su trago y el sediento se ahogó , respirando ya sin fuerza pensó por última vez en los mangos y cocos , y lo rico que son.
Libertad e igualdad.
El clima favorece el crecimiento de ciertas frutas , dos de ellas son el mango y el coco. En muchas ocasiones desprevenidamente caminando noté personas recogiendo o mejor -robando- frutas de los arboles frente a casas . Recolectores modernos, que se alimentan y se surten de placeres por muchos olvidados, como lo pueden ser las frutas tiernas y maduras , gratis y abundantes. Es cuestión de saber donde buscar , jardines bien regados , zonas donde la humedad sea constante, donde halla buen abono.
- La chismosa (Gritando): ! Carajo ¡le metieron un tiro por robarse unos cocos.
- La mujer del doctor (En voz baja): Nadie le dio permiso.
-La nieta de 22 años : Y acaso un coco merece un plomazo?
- El dueño de casa(Lejos de ahí) :Claro que sí , eran mis cocos.
-La mujer del dueño de casa : A la mierda, enciérrenlo!
-Reciclador (riendo con fuerza y mucho dolor) : ¿quién eres tú? La ley?
-Dueño de casa : No , no lo soy.
-Mujer del doctor : Y ni si lo fueras.
-Reciclador : Entonces , ya veremos que recibe cada cuál.
Ambulancia a 120 kilómetros,( por las calles apenas despejadas a tiempo) en su barriga un moribundo reciclador sangrante .
La ambulancia apareció de una explosión , una nube de humo o tal vez era niebla , puede que sea incluso falta de bifocales.
Dentro del vehículo blanco ,el reciclador movía los ojos y se lamentaba en gárgaras de sangre. El que le disparó se guardo en su casa , busco un trago y esperó. Dio la orden: que se le dejara sólo. Sus familiares salieron en los carros disponibles.
La casa quedó silenciosa, él en la habitación del fondo de la casa esperó, la policía pasó en ambos sentidos frente a la casa , pero era un barrio apático y nadie permaneció en la puerta de su casa, excepto la chismosa y su vecina, la señora del doctor, quienes se encargaron de decir quien era el gatillo y quien la diana, incluso dieron detalles del evento , donde y como se ubicó el gatillo, y como sangró y que dijo el herido .El tirador terminó su trago y el sediento se ahogó , respirando ya sin fuerza pensó por última vez en los mangos y cocos , y lo rico que son.
2 comentarios
Carlos Serrano -
Olga Lòpez -